viernes, 11 de octubre de 2013

BITÁCORA. 9/Octubre/2013

Objetivo: Desarrollar confianza y empezar hacer cambios positivos mediante dinámicas experienciales.

Descripción:

-Para empezar llegue tarde. (PUNTO EN CONTRA)
-Me incorpore al recorrido que llevaban mis compañeros, muy atenta.
-Al termino del recorrido regresamos al salón y después de unas instrucciones nos pusimos el paliacate, no pañuelo, no trapo... ¡PALIACATE!
-Esta ansiosa, desesperada, curiosa... pues solo sabia la segunda mitad del recorrido jaja la primera la inventaría.
-Sentí el toque de la maestra en mi mano, a tientas me pare y camine. Conté. (La primer silla era de las mochilas, la segunda de "Compañera 1", la tercera de "Compañera 2", la tercera de "Compañera 3"). Luego llegue a la puerta. Como un ciego camine y con mis dedos sentía el frío de la pared. En mi mente solo llevaba una cosa: "EL DULCERO". Al llegar a la esquina de la pared unos brazos me detuvieron: -"Gira a tu derecha, más, ahí esta la escalera... sube". Recuerdo que dije -"¿Por que te hago caso?". Subí. Con mis botas tente... Escalón por escalón subí mientras nuevamente mi mano acariciaba la frialdad de la pared. Ahora sentí que doblaba y escuche a lo lejos un grito: "¡CUIDADO!". Jamás pensé que este grito fuera para mi. De repente: "¡PUM!". Me di el golpe de la vida... En la nariz. Seguido de esto unas manos me llevaron contra la pared y me dijeron: -"Amiga ya vas para abajo". Recuerdan que dije que no sabía la primera parte del recorrido, pues al no saber, no juzgue y comencé nuevamente a caminar hacia abajo. El frío de la pared, toque unos senos (NO QUERÍA, recuerden que llevaba un paliacate) y en el último salón el recuerdo de una exposición. Camine hacia el barandal y nuevamente mis manos me ayudaron acariciando la pared, hasta que mis huellas sintieron un aluminio frío, señal de que había llegado a la puerta. Me incline el angulo que según yo era, camine y con mis botas tentaba el pasto, buscaba la esquina de concreto... Por fin la encontré. Me agache... mis manos querían comprobar que mis botas tocaban concreto. A como pude subí la barda, agradezco no a ver caído en los grande botes de basura. Me tropecé con un brazo suave. Nuevamente, el salón con la exposición, que tenía solo una voz, y la paz que seguía... ¡Si! Era la de mi salón. Y volví a contar (La primera silla era de la "Compañera 3", la segunda silla de la "Compañera 2", la tercera silla de la "Compañera 1", la silla de las bolsas y la mía). Me senté y todavía grita: -"¿ESTOY EN EL PRIMERO C?". Escuche un "shhh", eso me hizo sentir segura de que sí... Había llegado.

-Al termina la actividad nos reunimos.
-Contamos la experiencia y principalmente: ¿QUE SENTIMOS? Algunos miedo, se sentían ansiosos.
-Alzaron la mano las personas que nos cuidaban.
-La clase termino.


Reflexión: 
Esta actividad me encanto. Fue como: ¡BUM! Emocionante. Creo que nos hace estar ciegos, pero los demás sentidos se activan. Me gusto que la maestra me haya felicitado por que me agache a tocar que estaban sintiendo mis pies. Esta actividad sin duda es algo de recordar, y no solo para tener confianza, ahora sabemos los peligros que corre una persona con esta discapacidad y también la habilidad que tienen que crear para poder desarrollarse.

P.D. ¡TODAVÍA ME DUELE LA NARIZ! Digo, por si andaban con el pendiente.
Les dejo numeritos de amor: 817986839169837219038129038123986

1 comentario:

  1. JAJA fue algo muy gracioso lo que te pasó, y no es que me burle eh, pero si es una experiencia rara, y es difícil por que pues tu sabes que puedes ver y en cualquier momento te puedes quitar el pañuelo, pero fue algo bonito, casi casi deporte extremo.

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